jueves, 27 de junio de 2013

UNI Y AMBIDEXTRISMO EN EL FUTBOL


Comprobamos a diario cuando se le ofrece un objeto a un niño que tiende una mano u otra para tomarlo.

En los varones el ejemplo típico es el ofrecimiento de la pelota, con la finalidad de observar con que pierna le pega.

El chico en la fase cognitiva del objeto, pelota que rueda hacia él, podrá mover uno ú otro miembro hacia dicho objeto aún desconocido. Cuando percibe que no le ocasiona daño, pondrá en movimiento el miembro que recibe el mandato central ó sea el de su centro más activado.

A partir de allí el niño hizo en su lóbulo parietal izquierdo la percepción primaria. A continuación, cada vez que vea una pelota, identifica al objeto y recuerda la experiencia anterior. Luego le pegará con su pié más hábil por así decirlo. En este momento se ha puesto en marcha la formación del arco reflejo.

Es decir, se notifica del movimiento y que segmentos del cuerpo debe utilizar para tal fin.  Idénticamente con el tiempo, será el bajar o subir una escalera. Uno calcula la altura del primer escalón y a continuación sube o baja sin mirar el resto de los escalones.

A dicha acción se le llamó Praxia ó “ realización correcta de los movimientos con un fin determinado.”

Generalmente el ofrecimiento de la pelota para jugar realizando el gesto deportivo, es del padre. Ahora sumará el niño, un acto más para el uso de una pierna determinada dado que surge de la imitación del movimiento que realiza el padre al shotear con la pierna elegida.

El jugador mientras espera que le llegue el balón, está más preocupado por la posible jugada que hará, que por la suma de movimientos que realizarán los distintos segmentos de sus piernas

El unidextro, que sigue siendo el de mayor porcentaje en el país, usa su pierna derecha sin pensarlo, ahora si tiene tiempo a dominarla y elaborar el uso de su izquierda según la necesidad del momento, podrá acomodar su perfil para hacerlo ó no.

En divisiones menores es importante inducir al niño al uso de ambos perfiles dado que el aprendizaje motor y la maduración neurológica será más fácil, símil al de incorporar idiomas distintos en la niñez.

 El “gatear” del bebe es una actividad vital en el desarrollo de la musculatura del tronco vertebral y si el niño por diversas razones omite dicha etapa  pasando directamente a la acción del caminar, perderá una etapa valiosa en su maduración neuromuscular.

 Dicha maduración depende del grado de mielinización de las fibras nerviosas.

Los instructores físicos deberán alentar al niño a coordinar suma de gestos repetidos, delicados y graduales  con el miembro inexperto. Pues el movimiento delicado no es más que el refinamiento de los movimientos groseros y las nuevas habilidades se basan en recombinaciones  de elementos procedentes de viejas habilidades.

Conocí un técnico que ponía a un jugador zurdo a pegarle con su derecha al borde de cemento de la cancha de fútbol, en los ratos libres. A su manera lo inducía a incorporar un nuevo arco reflejo comenzando con movimientos groseros y amplios, luego seguiría con la pelota, la búsqueda del perfil apropiado y así sucesivamente la afinación y la maduración del aprendizaje.

Este principio descansa sobre una sólida base neurológica en cada persona, pero la destreza final como la velocidad, es algo que Dios sólo lo dá. Se nace veloz ó no. A continuación existen técnicas de perfeccionamiento de los movimientos para mejorarla en aquellos con aptitudes de coordinación para lograrla.