domingo, 11 de noviembre de 2012

LESIONES DE LOS LIGAMENTOS DEL TOBILLO





El esguince de tobillo, lesión frecuente en los marcadores laterales en el fútbol estadísticamente hablando, puede ser simple o grave. Simple para nosotros, es cuando no conlleva lesión ligamentosa ni ósea. Grave en cambio, es cuando aparece como producto del esguince, una patología ligamentosa, ósea o de ambas estructuras.

La lesión ligamentosa mas frecuente observada por nosotros, a través de los años, fue la del ligamento peroneo astragalino. Ella se observa generalmente luego de una caída con el tobillo en supinación y ceden en primera instancia las fibras anteriores de dicho ligamento. Si el grado de torsión es más importante la supinación también lo será y puede ocurrir la lesión de sus fibras posteriores junto a las fibras del peroneo calcáneo. Fibras estas dispuestas verticalmente y que junto a las anteriormente descriptas conforman la pared ligamentosa externa.

El estudio de esta frecuente patología aún fuera del acto deportivo, tal como ocurre en las señoras con sobrepeso al pisar con el pié evertido, fue realizado por Leonard ya en el año 1949 para lo cual recomendaba la reparación quirúrgica, con la finalidad de evitar esguinces a repetición como desagradable secuela.

Mas adelante O’Donogue en el ’58 y Barbieri, mi maestro, en el ’60 fueron modificando las técnicas según el grado de la patología en cuestión. También dejamos en claro que muchas técnicas dejaron resultados inciertos a futuro. Como experiencia personal, de no decidir en agudo la reparación, nos dio gran resultado la inmovilización enyesada con cambios de yesos periódicos a medida que cedía la tumefacción, logrando inmovilizaciones sin almohadillar con excelentes resultados para la vuelta al campo de juego.

Pero también existe la lesión inversa con el tobillo en pronación e inversión del pié, generalmente en deportistas con pies valgos ó planos. En ellos el episodio genera lesión del ligamento deltoideo o medial del tobillo. Dicha estructura ligamentaria consta de dos planos de fibras dispuestas en forma de triángulo con vértice en el maléolo tibial y en todos los casos, la resolución fue siempre quirúrgica, dado el grado de inestabilidad en valgo que genera dicha patología aún para la vida diaria. Felizmente no se observa con tanta frecuencia como el anteriormente descripto y tampoco ingresaron en la estadística como marcadores de punta, sino como delanteros.

En el caso de la patología articular del tobillo por suma de gestos repetidos, ingresan aquellos con lesiones tendinosas como lo son las de los peroneos laterales cortos y largos y del tibial posterior. Este último muy frecuente y en la mayoría de los casos pasa desapercibido para el médico no alertado en lesiones deportivas del tipo crónico. Este tipo de lesión solo tiene resolución quirúrgica en caso de desgarro total dado la impotencia articular que genera.