INTRODUCCION
Quisiera refrescar y nunca mejor expresado el término en
estos días, el tema en cuestión.
Un diez y nueve de marzo de 1996 me propuso Carlos Pandolfi
la posibilidad de abordar este tema acuciante de las altas temperaturas y el
desarrollo de los partidos. Consistiría en un
detalle médico y precauciones, para
ser sometido a estudio,
evaluación y aprobación por las autoridades de AFA y FIFA.
Nuestra Agremiación y en este caso mediante la inquietud de
Carlos Pandolfi, se comprometía a plantear una sugerencia escrita a las
autoridades máximas del fútbol argentino, para llevar a cabo la implementación
de un plan de hidratación del jugador in situ. Ello se efectuaría durante el
desarrollo de los partidos y se adjuntaba la idea de realizar una detención de
minutos en cada período del partido.
DESARROLLO
Como vemos hace años
que nos venimos ocupando de este tema tan importante como es la hidratación del
deportista durante el desarrollo del partido, junto al horario de comienzo del
mismo.
Todo organismo expuesto a altas temperaturas durante la
exigencia física en el desarrollo de un partido de fútbol, tiene la posibilidad
de padecer una alteración orgánica que se manifiesta por que el 80% del agua
presente en la sangre y que dá al
torrente sanguíneo la fluidez necesaria para ser bombeada por la musculatura
del corazón a cada instante, se observará disminuída, dada la sudoración
aumentada producto del acto deportivo.
Junto al componente acuoso se liberan sales de nuestro medio
interno y con ello se pierde el equilibrio que permanentemente se genera en
el interior del organismo, con respecto
a la exposición al medio ambiente.
Luego el corazón encontrará un liquido más viscoso para
hacer circular por arterias y venas generando un sobre esfuerzo de sus fibras musculares, al
que de por si son sometidas por el esfuerzo físico del deporte.
El fútbol profesional genera un estrés competitivo que
aumenta por distintos factores, día a día. Ello lo padece el sistema
cardiovascular y respiratorio por un aumento de la adrenalina de la glándula suprarrenal
dado que su acción es vaso constrictora . Luego las arterias disminuyen su luz
generando más presión al transporte del liquido elemento.
El jugador pierde de acuerdo a la intensidad del entrenamiento diario, desde
800 gramos a 1 kilo de peso debido a su transpiración . En cambio durante el
partido considerado de 60 minutos de
trabajo efectivo sin pausa y tomando en
cuenta su ubicación en el campo de juego, de 2 a 3 kilos según cada
organismo.
La piel padece dado que se agota la acción de las glándulas
sudoríparas que tratan de mantener fresca la piel, frente al calor y humedad
que ofrece el medio ambiente.
Todo esto incrementado desde aquella fecha del 19 de marzo
del 1996 hasta nuestros días pues actualmente el esfuerzo físico y sus cargas
son superiores.
Frente a este resumen de la fisiología del ejercicio y del
cual existen extensos tratados médicos presentados, fue como preservamos la
salud cardio respiratoria de nuestros jugadores
Elevamos nuestra inquietud en aquel momento por la
aplicación de un plan de hidratación in situ, durante breves minutos en el
primer y segundo tiempo.
Felizmente fue aprobado y es el mecanismo que se realiza en
nuestros días.
En cuanto al horario de los partidos está demostrado que no
alcanza a disminuir un grado de
temperatura por hora y fundamentalmente la humedad no declina por horas.
Sin embargo
aceptábamos originalmente jugar con
temperaturas no mayores a los 28 grados junto a la suspensión de los partidos
preliminares.